Bucarest, Rumania. El primer orador que habló en la Conferencia Mundial fue el belga Albert Guigui. El explicó a la audiencia que el amor es un concepto que se encuentra a menudo en la mayoría de las religiones y de las civilizaciones.
Su discurso, con explicaciones generales y centradas en principios, sorprendió a la audiencia, muchos de los presentes esperando ver en su discurso los problemas que se centran en la civilización judía. Sin embargo, el discurso del Gran Rabino fue muy leve y general, tratando de hacer que el público reflexione sobre la importancia del medio humano y también del medio ambiente.
Al final de su conferencia, recibió la medalla yla plaqueta conmemorativa de los 130 años del Supremo Consejo para Rumania, en los aplausos de los participantes.
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