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LA HABANA, Cuba, 26 de abril, (Gustavo Pardo Valdés, www.cubanet.org -La Masonería se define a sí misma como la Institución Orgánica de la Moralidad; considera a la Justicia, como la primera de las virtudes, y enuncia que para ser reconocido como masón, se requiere ser estricto y celoso cumplidor de la Ley.
A partir de la promulgación del Decreto 890 por medio del cual el Gran Maestro de la Gran Logia de Cuba ponía a disposición de la Justicia masónica al ex Gran Maestro José Manuel Collera Vento y otros dos procesados, la atención de la los masones cubanos se ha centrado en la Corte de Justicia Masónica.
Los presuntos delitos que se le atribuyen al ex Gran Maestro Collera Vento constituyen delitos de perjurio y traición contra la fraternidad, infracciones éstas que pueden implicar su expulsión de la Institución.
A pesar de constituir uno de los tres poderes en los que radica la democracia masónica, el Órgano de Justicia Masónica es el menos conocidos de ellos.
Según expresa la Constitución Masónica Cubana, el Poder Supremo de la Institución reside en la Gran Logia. El término Gran Logia es sinónimo de Parlamento. Este Cuerpo Legislativo es de carácter Unicameral.
Partiendo del aserto de que en lo humano no cabe la perfección, los legisladores masónicos llegaron a la conclusión de que era necesario crear un mecanismo que juzgara a los infractores de la Ley, principios y normas masónicas.
En la Sesión del 1ª de agosto de 1920 se aprueba la creación de un Cuerpo de Justicia en que la Gran Logia delegara esta función; acuerdo puesto en vigor en 1929, al quedar constituida la Corte Suprema de Justicia Masónica en Cuba. Este Órgano carece de precedente alguno en otras Grandes Logias del Universo Masónico.
La Corte está compuesta de siete Magistrados Propietarios, y siete Suplentes. El Presidente es designado por cinco años en votación secreta de entre los primeros.
El primer masón elegido para presidir la Corte de Justicia Masónica fue el ex-Gran Maestro Francisco Sánchez Curbelo, Su Presidente actual es el Sr. Lázaro Vives López, Maestro Masón de la Logia Santa Marta; quien fue elegido como tal en el mes de marzo de 2008.
Según Vives, la Corte de Justicia Masónica es un Tribunal de Ética, por cuanto constituye el equilibrio disciplinario en una institución de este carácter.
Las sentencias, valoraciones y resoluciones de la Corte están orientadas a preservar la integridad y la calidad de la membrecía masónica.
La Corte puede juzgar a los Grandes Funcionarios, a las Logias, a los Maestros de Logias, a los Representantes ante la Gran Logia y a los masones que, por decreto del Gran Maestro, se determine que sea este organismo quien les juzgue.
La atención que este caso ha despertado, se basa en la jerarquía del principal encartado, hecho éste inédito en la historia de la Gran Logia de Cuba, y que corroborará o no el aserto de que en una democracia, nadie está por encima de la Ley.
Fuente: CUBANET
