La masonería está registrando un notable número de bajas en los últimos meses. Como ejemplo, la logia Luis Vives de Valencia, que ha pasado de tener 25 miembros en sus mejores momentos a la mitad en la actualidad. La crisis parece ser la causa del descenso de integrantes.
PILAR G. DEL BURGO VALENCIA
La crisis vuelve a ensombrecer a la masonería ya que algunas logias valencianas como la de Luis Vives que pertenece a la obediencia de la Gran Logia Simbólica Española, ha visto menguar el número de hermanos en los últimos meses. De 25 miembros que llegaron a ser en los tiempos más floreciente a la mitad que hay la actualidad.
Algunos masones han cambiado de obediencia y se han ido a otra; otros han optado por permanecer en sueños, que equivale a darse de baja temporalmente sin abandonar el juramento y otros se han quitado definitivamente el mandil, uno de los símbolos que los masones utilizan para trabajar en las reuniones quincenales que mantienen, que se denominan tenidas.
El mismo fenómeno de bajas se ha producido también entre las organizaciones no gubernamentales, que en los últimos meses han perdido entre un 20 y un 30% de colaboradores. Lo relata el Venerable de la logia Luis Vives, un profesional de algo más de 40 años que se ha dado a si mismo el nombre simbólico de Diógenes. "Lo elegí cuando me inicié, porque representa la búsqueda del hombre íntegro", expresa el máximo representante de este taller masónico que se inició en la práctica hace ya ocho años.
Diógenes asegura que la masonería es universal, "porque es una búsqueda del crecimiento personal". Él, como tantos otros, experimentó etapas de religión (cristianismo, budismo...), "que tienen mucha capacidad de recomponer el alma humana", aunque finalmente suscribió la tesis de Carl G. Jung que dice que los seres humanos cometen el error de buscar caminos de crecimiento personal en culturas ajenas y apostó por la masonería, una corriente europea con un gran legado histórico.
"Para mí, la masonería es una síntesis a mi medida de lo que había experimentado en mi vida", afirma el maestro masón que agrega que la masonería busca el conocimiento para intentar aportar soluciones a unos momentos defectuosos, donde la meta máxima es el progreso de la Humanidad".
Diógenes comenta que algunos de los hermanos de la logia se han dado de baja a consecuencia de la crisis, porque se han quedado en el paro. "Es un cataclismo -observa- que ha aterrorizado a todos los ciudadanos y las personas se repliegan sobre si mismas por el pánico a quedarse sin empleo".
"Sé casos de hermanos que no pueden venir y se han dado de baja porque tienen que quedarse en casa a cuidar a sus hijos y otros que han sido padres y han tenido que dejarlo porque tienen que dedicar más tiempo a la familia ", expresa el maestro que confiesa que hace tres años comenzó a detectar las primeras bajas en las organizaciones no gubernamentales.
Consciente de los tiempos en los que vive, Diógenes destaca que la sociedad actual no está diseñada para sostener a movimientos como la masonería. "Este es un mundo de mucha prisa, de mucho estrés mientras que para nosotros los rituales son lentos y ceremoniosos, porque el tiempo dentro de la logia es un tiempo fuera del tiempo".
De hecho, cuando se celebra una tenida masónica, los masones para hablar tienen que esperan pacientemente a que se les de la palabra.
"La masonería representa un momento de la Humanidad donde las cosas eran más humanas y reflexivas, más sosegadas, era el tiempo en el que las personas disfrutaban de conversar y el tiempo pasaba sin medida; la gente era dueña de su tiempo, mientras que ahora es muy complicado salirse del tiempo que uno tiene para hacer algo", expresa el masón.
Diógenes es partidario de ordenar los pensamientos y las reflexiones, "de sentir como la vida fluye delante de mí".
Fuente: www.levante-emv.com